Ser
madre es la más hermosa tarea que una mujer puede desempeñar, siempre quiere lo
mejor para sus hijos y ya sea que éste crezca en su vientre o en su corazón,
estará dispuesta a sacrificarlo todo para que él obtenga lo mejor de lo mejor
siempre. En su papel de proveedora de la
crianza y la educación de los hijos, la madre lleva consigo un gran compromiso,
debe educar con firmeza, evitando traumarlos, sin llegar a perder el sentido de
autoridad. De igual modo debe ser
sensible para expresar sentimientos y a la vez firme para poner límites, pues
en una cultura de desecho como la actual,
es preciso proveer a los hijos de poderosas herramientas que moldeen a un ser
humano íntegro.