DE LO QUE TIENES, DAS

Por: Yanet Taveras / Poder Latino News -

El ser humano, en su afán por desempeñar en forma idónea todos los roles que interpreta a lo largo de su existencia, muchas veces cae en la trampa de olvidar que cada una de las situaciones que enfrenta, puede variar dependiendo del cristal con que se mire, y más aún, no sabe  que el color de ese cristal tiene poco que ver con las circunstancias externas, son más bien el reflejo de su contenido interior, manifestado a través de las emociones, las cuales tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea y por esta razón, dos personas reaccionan diferente ante un mismo estímulo.

Para lograr desenvolverse adecuadamente en  la cotidianidad, es indispensable cultivar el interior, así,  como un actor se empeña en prepararse cuando le toca interpretar un papel estelar, que podría ser el

 trampolín a la fama, cada persona debe cultivarse a sí misma,  hasta encontrar el paraíso que alberga en su interior. Si eres de aquellos que sólo ve la parte medio vacía del vaso, lo negativo en cada situación, entonces necesitas trabajarte, no es el mundo, eres tú quien precisa deshollinarse, analizar qué te está impidiendo sentirte cómodo contigo mismo, podría resultar más fácil culpar a la sociedad, los padres, la escuela y hasta la suerte, pensar que tu esfuerzo  por cambiar el mundo es insignificante, pero tal como lo decía Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”.

 

El auto-conocimiento es la clave principal para alcanzar el éxito y debido a su gran valor, es preciso adentrarse en un proceso similar al de la oruga  que quiere convertirse en mariposa, ésta crece al igual que los demás animales; pero llega un punto en el que debe decidir, si pasarse la vida arrastrándose, arriesgándose a ser pisoteada o iniciar el doloroso proceso de la metamorfosis, con la finalidad de desplegar sus alas y convertirse en una hermosa mariposa que emprende su vuelo y no sólo amplía sus horizontes, sino, que también es un deleite digno de apreciar.

La metamorfosis de la oruga, es la metáfora perfecta para entender las ventajas del proceso de regeneración personal, si bien es cierto que puede resultar incómodo, pues requiere determinación, esfuerzo y dedicación, también es cierto, que los resultados son altamente gratificantes y la recompensa radica, no sólo en disfrutar de las ventajas de conocer nuestras fortalezas y debilidades, además facilita el dominio de las emociones y cuando se alcanza el punto de  tener capacidad reflexiva, inteligencia emocional, saber quién eres, cuál es tu misión en la vida;  llegas a desarrollar el amor propio y esto es comparable a tener las alas que llevan a la superación personal, el inicio perfecto para trillar el camino hacia la auto-realización, considerada la cúspide de la esencia humana.

El auto-conocimiento no se adquiere en un curso al que asistes y te conviertes súbitamente en erudito de tu propio ser, no, existen muchas técnicas que pueden ayudar, como la meditación, la introspección, la terapia, hasta la lectura de un buen libro, puede hacer que despierte en ti la necesidad de entender que precisas trabajarte, conocerte, aceptarte, amarte, para convivir en armonía contigo mismo y en la medida en que lo logras, puedes llegar a  conocer, aceptar y amar a quienes te rodean,  ya que de lo que tienes, das; tan simple como lo dice el refrán  “cosechas lo que siembras”, si cada día inviertes un poquito de tu tiempo para cultivarte a ti mismo, bajando un poco el acelerador de la rutina, concentrándote en lo esencial, dinamizando tu mente y cuerpo con ejercicios físicos y espirituales, ya sean guiados o auto regulados, confeccionando una agenda de prioridades que incluya una revisión continua de los avances y las oportunidades de mejora, esto te permitirá  empezar a crecer desde adentro hacia afuera y descubrir  el maravilloso ser que habita en ti.  Cuando te veas en el espejo y estés conforme con lo que ves, en ese preciso instante empezarás a ver las cosas desde una óptica diferente, verás la vida con colores vivos y armoniosos y su reflejo irradiará a los demás positiva mente, haciendo que tu entorno sea el vergel en el que todos quieran habitar. 

Recuerda lo que decía  Charlie Chaplin, “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”, ésta es tu vida, sólo puedes elegir cómo vivirla, te invito a optar por hacerlo a plenitud, a escuchar el silencio, a disfrutar lo simple, a contar todas las bendiciones que recibes y a forjar tu propio destino, de esta forma cosecharas buenos frutos y todos querrán de todo lo que tienes para dar.